viernes, 3 de enero de 2020

03/01/2000: El paso del fuego y las Móndidas, Bien de Interés Cultural.


Hace 20 años el Boletín Oficial de Castilla y León publicaba la orden por la que declaraba Bien de Interés Cultural las fiestas de San Juan de San Pedro Manrique, unas celebraciones que más que festividades al uso están dotadas de unos elementos rituales exclusivos que las hicieron merecer esa consideración. Quizá sea el Paso del Fuego el ritual más característico de estas fiestas, pero no es menos interesantes el papel de las Móndidas y su complejos trajes o sus cuartetas, o la Caballada y Descubierta que obliga a los concejales sampedranos a saber montar a caballo.
En cuanto a los orígenes de estos rituales, tanto se ha escrito que solo vamos considerarlo de pasada. Para algunos no hay duda que estamos ante un rito de origen precristiano, celtíbero como poco, que trata de rendir culto al Sol y al solsticio de verano mediante la pirobasia, que dicen los eruditos, o paso de las ascuas con los pies descalzos. Un ritual raro pero no exclusivo y que se sigue celebrando actualmente en otras culturas asiáticas y mediterráneas. Para otros, el pasado del fuego puede guardar alguna relación con las fiestas romanas que celebraban la fundación de la ciudad de Roma y el culto a la diosa ganadera Pales, unos rituales que se extendieron por el Imperio hasta estas Tierras Altas de Soria donde la presencia cultural romana está bien acreditada con muchos hallazgos arqueológicos, especialmente la base de la pila de agua bendita de la iglesia de Palacio de San Pedro que es un ara romana dedicada a esa deidad, e incluso las ofrendas de pastelitos y tortas a Pales recuerdan no sólo a los panecillos que portan las célebres móndidas en el cestaño, sino también a las tradicionales “corridas de roscos”, tan extendidas por toda la geografía del Camero Viejo soriano. En ese sentido, la propia caballada guarda cierto parecido con los actos festivos con los que se celebraban la fundación de Roma por Rómulo, costumbre de alguna forma vinculada con el culto a Pales y que se extendería hasta estas tierras celtíberas, llegando a pensarse que quizá ese rito llegara a celebrarse en la ciudad hoy conocida como Los Casares.
En cualquier caso y hasta que no surjan pruebas definitivas, no podemos desechar tampoco otras hipótesis menos académicas pero más pragmáticas como la que enunció el malogrado Carlos Álvarez en aquel criticado artículo de la Revista de Soria nº 10. Allí venía a reconocer su extrañeza porque este ritual no estuviese reseñado por ningún investigador hasta bien entrado el siglo XX, insinuando si el origen del paso del fuego no sería la “hombrada” de un grupo de mozos sampedranos que preparando la fiesta de la Caballada en su víspera y animados por el alcohol, comentaran y se atrevieran a llevar a la práctica lo que habían oído que hacía uno de Tudela.

El paso del fuego en 1935. Fotografía de José Casado recogida en el libro de Tomás Pérez Frías Gabinete fotográfico Casado. Soria (1887-1936). 50 años de fotografía y vida de Soria.
Ed. Diputación provincial de Soria, 2019.




No hay comentarios:

Publicar un comentario