Como propietarios de ambos palacios y como con uno sólo no tenían
bastante, decidieron unir ambas residencias, entonces separadas por una calle,
y construir una especie de pasarela sobre la calle que los separaba, para lo
cual incluyeron en el proyecto la construcción de un túnel que facilitara el
tránsito de vecinos y que es el que sigue permitiendo el acceso desde la actual
calle Condes de Gómara a la plaza de Bernardo Robles.
Finalmente, el Concejo de la ciudad, con la ausencia del interesado
pues formaba parte de él, aprobó dicho proyecto, el 25 de enero de 1599, si bien
antes de hacerse definitivo tuvo que pasar el visto bueno del Común que propuso
algunas alternativas para mejorar el paso.
Arco de los Condes de Gómara en 2015. Fotografía de A. Arribas. |
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