Tal día como hoy de 1981, el BOE publicó la declaración de la
iglesia de San Martín, en Rejas de San Esteban, como Monumento Artístico, una
categoría patrimonial asimilable a lo que hoy es un Bien de Interés Cultural
(BIC) y que, por lo que cuentan, salvó al valioso templo de una ruina segura. Gracias
a esta protección al año siguiente la iglesia fue restaurada y reparada
eliminándole algunos elementos que serían muy prácticos pero que desmejoraban
el conjunto.
La villa, que fue declarada en su conjunto BIC algún tiempo
después, es uno más de los muchos pueblos sorianos de lo que conocemos como
“España vaciada” pero con más patrimonio histórico artístico per cápita que el que pueda haber en
Nueva York con todos sus museos. Además de su rico pasado histórico, tiene dos
templos románicos: San Ginés y San Martín, ermitas y bodegas que bien reclaman una
visita ex profeso a esta población.
La iglesia de San Martín fue parroquia, después ermita, almacén y
granero, y recuperó la condición parroquial tras su restauración. Se trata de
un característico ejemplo del románico soriano del siglo XII formado por una
nave en mampostería que termina en un arco triunfal apuntado, abierto al
presbiterio de medio cañón apuntado, con su correspondiente ábside de cascarón,
y sencilla portada abierta al lado sur con arcos y arquivoltas de medio punto
que se protege por una galería porticada de siete arcos que llevan capiteles
muy interesantes.
Guarda en su interior imágenes no menos atractivas, como la talla
de Nuestra Señora de La Guía del siglo XII, actualmente retirada para evitar
los expolios, y retablos barrocos o pinturas murales de finales del siglo XV.
Lo dicho, mejor que contarlo, la visita a Rejas de San Esteban
debe considerarse imprescindible para todo aquel que quiere presumir de conocer
el románico soriano.
Cabecera de la iglesia románica de San Martín hacia 1916. Fotografía de Juan Cabré en su Catálogo inédito sobre la provincia de Soria. |
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