martes, 14 de enero de 2020

14/01/1860: Homenaje a las clarisas.


Veintiséis años antes las monjas clarisas del soriano monasterio de Santa Clara se vieron obligadas a abandonar sus instalaciones cuando iglesia y convento les fueron incautados para convertirlos en fuerte militar. Tras un peregrinar de varios años a través de varios palacios y casonas que les cedían temporalmente, aquellas monjas se empeñaron en seguir en su ciudad y consiguieron que les cedieran el que había sido monasterio masculino de frailes dominicos junto a la ermita de Santo Tomé o de Santo Domingo y que estaba abandonado, pero este edificio estaba en muy mal estado y las monjas habían perdido la mayor parte de aquellos privilegios y prerrogativas económicas que habían disfrutado durante siglos por deseos de reyes y nobles.
Pero, aquellas testaduras monjas, dirigidas por la abadesa doña Manuela Gutiérrez, se resistieron a marcharse de la ciudad y, con grandes dificultades, consiguieron dinero para comenzar unas pequeñas obras que, culminadas y abonadas finalmente tal día como hoy de 1860, les permitieron solventar las reparaciones más urgentes. Fue el primer paso que evitó la más que probable desaparición de aquel antiguo convento dominico hasta convertirlo hoy en una moderna instalación conventual dotada de dependencias monásticas, jardines y una pequeña industria repostera que hace las delicias de sorianos y forasteros, y que han convertido al convento soriano en uno de los cenobios que más vocaciones sigue atrayendo en todo el país.

Puerta principal del actual convento de monjas clarisa. Fotografía A. Arribas.


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