lunes, 6 de enero de 2020

06/01/1790: El final del privilegio de los arneses.


Desde hacía muchos siglos (hay quien lo retrae hasta la época de Alfonso VIII pero no entraremos hoy a valorarlo) los caballeros sorianos tenían un extraño privilegio: “el de los arneses”, y que más o menos consistía en que cada monarca castellano durante el primer año de su reinado entregaba a los sorianos cien equipos de arneses o equipamientos completos para la guerra, es decir, "cien pares de Armas, Escudos, Capellinas, é Sillas", y con estas armas los sorianos se comprometían a servir a su monarca.
Ese privilegio fue permutado por la reina Isabel por algo mucho más práctico: el dinero que podían dedicar a conservar esas armas, adquirir unas nuevas o conservarlas adecuadamente, algo que durante siglos fue motivo de orgullo de los caballeros sorianos y que los conservaron en sus armerías como símbolo de su poder.
Finalmente, tal día como hoy de 1790, el rey Carlos IV cumplió con el viejo compromiso y entregó a los Doce Linajes 10.294 reales y 4 maravedíes, una ofrenda que sin saberlo acabó con toda una época ya que con el monarca desapareció este privilegio y que ya no se volvería a conceder.
Mientras tanto aquellos arneses medievales, que se habían conservado en mejor o peor estado durante siglos, perdieron interés y al final, convertidos en inútiles cachivaches y chatarra, fueron malvendidos a un chamarilero y que, sin saberlo, no compró unos trastos viejos a precio de saldo sino el orgullo de todo un pueblo.
Rueda de los Linajes según dibujo de Linajes Benigno de Diego en programa de fiestas de San Saturio 1978.


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