El 13 de julio se declara la primera huelga femenina
en Soria. La huelga de las veinte trabajadoras de la fábrica de medias Viuda de
Martínez.
Las "medieras" estaban afiliadas y
asesoradas por el sindicato CNT y mantuvieron la huelga hasta finales de
septiembre. No pedían tanto mejoras salariales como sociales o puramente
laborales. Solicitaban cuestiones tan básicas -que hasta nos sonroja conocerlo-
como el no estar obligadas a llevarse trabajo a casa o que cada docena que cada
docena confeccionada estuviera formada por doce unidades y no más.
La mujer en general y particularmente la soriana
apenas trabajaba por cuenta ajena. Pero aquellas mujeres además de trabajadoras
serían amas de casa, madres y esposas. Y por comparación con otras situaciones
parecidas de la época, e incluso de la actualidad, podemos imaginar que sus condiciones
laborales serían mucho peores que la de los trabajadores varones.
Hoy, que aunque quede mucho por hacer vamos
ganando en igualdad, las reivindicaciones de aquellas pioneras, que podrían ser
nuestras abuelas, nos pueden sorprender pero en cuanto a los derechos de la
mujer hace falta recordar que la mujer en aquella época ni siquiera tenía
reconocido aún el derecho al voto. Algo que en aquellos momentos se debatía con
vehemencia y que Clara Campoamor se dedicó a defender con uñas y dientes. En
contra de la opinión de los conservadores, pero también en contra de la opinión
de muchas mujeres y de muchos diputados socialistas y republicanos como el
soriano Benito Artigas Arpón, tradicional azote del conservadurismo local, pero
que votó en contra de que las mujeres pudieran ejercer el derecho al voto.
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