jueves, 22 de octubre de 2020

22/10/1786: Un burgense obispo de Osma.

El 15 de octubre de 1786 falleció en el palacio episcopal de El Burgo de Osma el obispo Bernardo Antonio Calderón, y una semana después, el día 22, el rey propuso para el obispado oxomense a su confesor, Joaquín de Eleta, un fraile franciscano a quien casi podríamos considerar alguien de la casa pues era hijo Martín Eleta, un navarro afincado en El Burgo como cirujano del Cabildo de la catedral, oficio que ocupaba cuando nació Joaquín (1707) cuya madre, María de la Piedra, era natural de Berlanga de Duero.

Tras sus primeros estudios en la villa, continuó estudiando Latín y Filosofía en la Universidad de Santa Catalina de donde, a los 17 años, pasó a un convento franciscano de Alcalá de Henares. Allí tomó el hábito y continuó sus estudios que completó en Madrid y Toledo, y que le prepararon como predicador y profesor de Teología. Su fama llegó al rey Carlos III que en 1761 le nombró su confesor, un cargo honorífico de gran confianza que le convertía en un consejero muy cercano con quien sin duda departió sobre la expulsión de los Jesuitas y con quien tendría una estrecha relación que el burgense aprovechó para “barrer para casa” y conseguir financiación para proyectos de envergadura en su pueblo natal. El rey, muy agradecido con él, le honró participando en sus proyectos y proponiéndole para cargos honoríficos, que disfrutó el burgense, como el de arzobispo de Tebas.

Contaba Eleta con 80 años de edad cuando el rey premió sus servicios proponiéndole para obispo de Osma, su diócesis natal, pero no le eximió del cargo de confesor real por lo que el obispo apenas pudo residir en su obispado, lo cual no fue motivo para que lo entendiera como un cargo formal, más bien al contrario pues, desde la corte o allí donde le llevaban sus obligaciones como confesor real, Eleta siguió promoviendo en su villa natal varias obras y proyectos. En su etapa como confesor y como obispo inició la construcción del actual Seminario diocesano, amplió el hospital de San Agustín, y convenció al rey para que apoyase económicamente la construcción de la sacristía Mayor y de capilla de Palafox de la catedral de El Burgo de Osma que adquirió el grado de Capilla Real, convirtiéndose también en un gran impulsor de la beatificación de Palafox. En Soria capital también adquirió varios compromisos como el de construir un centro de asistencia para pobres, pero la muerte le sorprendió el 4 de diciembre de 1788 y no pudo desarrollarlo.

Durante muchos años fue el último obispo de Osma nacido en su ámbito, algo que cambió 218 años después cuando en 2004 Vicente Jiménez Zamora fue nombrado obispo de Osma-Soria.

Retrato de fray Joaquín Eleta, óleo sobre lienzo pintado por Antón Rafael Mengs
en los fondos del Museo del Prado.


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