Hoy seguimos recordando la prensa antigua de Soria y hablaremos del clásico entre los clásicos de la provincia, y es que tal día como hoy de 1942 salió a la calle el número 6.018 de “El Avisador Numantino”.
Fue en 1859 cuando
vio la luz la primera época de esta cabecera que duró hasta 1861. Dieciocho
años después, en 1879, reapareció como periódico bisemanal, dirigido por
Francisco Pérez Rioja, que ya se publicó sin interrupciones hasta su definitiva
desaparición, si bien habría que marcar una tercera etapa ya que, a la muerte
de este director y propietario, su hijo Pascual decidió vender la imprenta y el
periódico al impresor Ezequiel Tejero que, en los primeros años del siglo XX,
se lo pasó a su sobrino Felipe Las Heras del Campo, un industrial harinero
soriano que hizo carrera política dentro del movimiento agrario, pero que
también destacó como fundador y director de la Caja de Ahorros, de la renacida
Sociedad Económica Numantina de Amigos del País, presidente de la Escuela de
Artes y Oficios de Soria, comisario regio del Consejo Provincial de Fomento de
Soria, diputado provincial, vicepresidente de la Diputación, vocal de la
Federación de los Sindicatos Agrarios Católicos, vocal y presidente de la
Cámara de la Propiedad Urbana, síndico de la Junta de Gobierno de la
Confederación Hidrográfica del Duero, presidente de la sociedad anónima Eléctrica
de Soria...
Como hoy, en
aquella época alguien tan poderoso sólo podía serlo si tenía a su disposición
un medio de comunicación, y no tan distinto de lo que ocurre ahora con
internet. El Avisador Numantino vivió sus años de esplendor y se convirtió en
el medio de comunicación personal de Felipe de las Heras, con gran satisfacción
de su público, que lo convirtió en el diario provincial más leído.
En la actualidad,
cuando todos somos conscientes de que la prensa escrita languidece lentamente,
cuesta entender cómo el Avisador fue fundamental durante más de medio siglo en
la historia de Soria. En aquellos años con mal acceso a la prensa nacional y a
falta de otros medios de comunicación, la prensa cumplía un papel de informar,
formar y hasta deformar, con tiradas en sus buenos tiempos de hasta ocho mil
ejemplares (ocasionalmente algún periódico soriano lo ha superado alguna vez
como cuando murió Franco que se editaron más de 9.000 ejemplares) y que tras su
lectura más que reciclarse se reutilizaba en los más variados usos
inimaginables. Su formato varió con el tiempo pero no su contenido que ofrecía
sobre todo información local y nacional, artículos de opinión, anuncios
oficiales y publicidad.
Tras la muerte de
Felipe Las Heras, en 1940, el periódico, entonces dirigido por Bienvenido Clavo,
perdió mucho carisma y fue decayendo poco a poco, en parte motivado por el
escaso interés de los herederos del propietario. Oficialmente y según el
editorial del último número, las causas de la desaparición fueron razones
económicas y burocráticas pues la Delegación General de Prensa y Propaganda le
exigían pasar de bisemanal a diario.
Retrato del polifacético don Felipe Las Heras del Campo en 1928. |
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