Hace
132 años, en Vinuesa, nació Abundio Andaluz Garrido, hijo del sacristán y
organista de la parroquia, pero no pasó mucho tiempo en Pinares pues, a los
cuatro años de edad, la familia se trasladó a Almazán donde su padre consiguió
trabajo como alguacil del juzgado. Allí Abundio estudiaría sus primeras letras
y sus primeras notas pues además de estudios de Derecho fue un destacado
músico.
Tras
licenciarse en Madrid regresó a Almazán donde ejerció como procurador jurídico,
desarrollando también su pasión musical como director de la banda de música y
pianista del Casino, tareas que compaginó con su militancia política en la sede
adnamantina del Partido Republicano. En 1920, su profesión le llevó a asentarse
en El Burgo de Osma donde también siguió desarrollando su afición musical pues
fue director del Orfeón Burgense y delegado del Ayuntamiento en la Banda
Municipal, desarrollando también sus inquietudes políticas en el consistorio
burgense donde fue elegido concejal por el Partido Republicano Socialista
Radical, partido que en 1934 formará parte de Izquierda Republicana por el que
fue elegido diputado provincial por el distrito burgense desde 1931, representante
en varias comisiones y, desde febrero de 1936, ejerciendo como vicepresidente
de la Diputación Provincial de Soria.
En
esa etapa burgense no abandonó su carrera musical y como autor o director de la
banda de música desplegó una intensa actividad en eventos religiosos, fiestas
populares, procesiones de Semana Santa, corridas de toros, bailes, verbenas y
obras de teatro. Casado con Petra Ezequiel Vega, tuvo seis hijos.
De
la información recabada por la asociación Recuerdo y Dignidad entre las
personas que lo conocieron, así como de los abundantes testimonios que hay
sobre él en periódicos y boletines de la época, se desprende que era un hombre
muy culto y preparado. Abundio era una persona buena, comprometida con los
demás y con sus propios ideales, lo que le llevó a defender a los más
desfavorecidos, especialmente los niños.
El
golpe de estado de 1936 le sorprendió ocupando la vicepresidencia de la
Diputación Provincial de Soria, como representante de Izquierda Republicana,
motivo por el que fue detenido y fusilado, en agosto de 1936, en la cuesta del
Temeroso. Malherido, aún pudo arrastrarse en dirección a Rioseco pero falleció
poco después en término de Calatañazor donde fue encontrado por un pastor y
enterrado, con permiso del alcalde, en el mismo lugar donde ochenta años
después fue exhumado por iniciativa de la familia y con la colaboración de la
Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad en un proceso rodado por el director de
cine Lorenzo Soler que le dedicó el documental: "1000 lunas".
Tras
la pertinente identificación, el 14 de abril de 2018, y en una emocionante
ceremonia celebrada en Soria, la asociación Recuerdo y Dignidad entregó a sus
familias los restos de Abundio y de otras víctimas asesinadas por el fascismo.
Pero no serán los últimos. Aún quedan muchos restos de personas a las que, tras
haberles arrebatado la vida, sólo queda devolverles la dignidad de una
sepultura.
Abundio Andaluz Garrido |
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