En aquella sociedad que comenzaba a superar el trauma de la postguerra, las alternativas generales de ocio y tiempo libre de los jóvenes sorianos eran muy escasas y, fuera de las organizaciones juveniles del régimen, apenas había otras alternativas asociativas por lo que cualquier iniciativa sería bienvenida.
El
2 de febrero de 1950, y de la mano del padre carmelita fray Bonifacio de San
José, se fundó en la iglesia del Carmen de Soria la Juventud del Carmelo, un
movimiento juvenil religioso, en principio exclusivamente masculino, que tutelado
por los padres carmelitas buscaba la formación humana y espiritual de los
jóvenes a través de charlas, misas, conferencias y ejercicios espirituales,
pero añadía la novedad de que, además de la fe, permitía cultivar el ocio a
través del juego, la música, las salidas al campo, e incluso el baile. En
aquella ciudad provinciana y rígida en la que no quedaba más remedio que ser
bicho raro o católico, apostólico y romano, la Juventud del Carmelo supuso una
auténtica revolución para los jóvenes de la época a quienes se les presentó un
oferta religiosa que no asfixiaba con misas eternas o rosarios y que, además de
su propio carácter espiritual, reconocía la necesidad vital de poder salir y
divertirse en un ambiente “formal”, bajo la tutela de un fraile, sí, pero sin
la presencia asfixiante de los padres y con un local donde poder juntarse
libremente.
La
Juventud del Carmelo fue la primera asociación juvenil soriana -peñas
sanjuanera aparte- que alternó la formación espiritual con el ocio y sirvió de
modelo para otros movimientos juveniles que se alargarán especialmente en este
cuarto de siglo y que, en algunos casos, sirvió de germen para la creación de
rondallas, peñas sanjuaneras y de muchos matrimonios. Pero, también, fueron el
foro donde los jóvenes sorianos de los años setenta se reunían libremente para
formarse social y políticamente. Fue allí donde se formaron algunos
representantes públicos de la democracia y donde se comenzó a hablar de
socialismo, de ecología, de cultura, de divorcio, de derechos laborales o de
feminismo.
Local de la Juventud del Carmelo en el programa de fiestas de San Saturio de 1947, autor desconocido. |
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