La conveniencia de contar con un sistema internacional de medición, homogéneo para todas las latitudes, fue un sueño de la Humanidad que tardó mucho en extenderse y que aún no es realidad en todo el mundo, si bien buena parte ya realiza sus transacciones según el sistema métrico decimal aunque haya quien se sigue empeñando en conducir por el carril izquierdo o midiendo en onzas o pintas. En España, donde casi cada pueblo tenía su propio sistema de medida, el SMD se adoptó a mediados del siglo XIX, pero tardó mucho más en aplicarse en el día a día pues todos se resistían a cambiar y, prácticamente, hubo que hacerlo a la fuerza, vía decreto.
En
junio de 1868 el alcalde accidental de Soria, don Anselmo de la Torre, firmó el bando
por el que en virtud de un Real Decreto de 19 de junio del año pasado, dispuso
la obligatoriedad de usar en la capital el sistema métrico decimal a partir del
1 de julio de 1868, en detrimento de las medidas tradicionales de peso: arroba
(1 arroba = 11,5 kg), libra, onza; de volumen cántara (16,134 litros), azumbre,
cuartillo y panilla; de áridos: fanega (55,5 kg) y celemín.
El bando dispuso también la posibilidad
y modo de transformar las pesas y medidas al nuevo sistema estableciendo que el
funcionario municipal Fiel Almotacén se encargaría de comprobar y verificar el
ajuste de las pesas y medidas, una actividad que se realizaría en la antigua
Casa del Común llamada por aquel entonces Casa del Peso.
Para obtener más información
y detalles sobre las unidades de medidas de la época, recomendamos visitar la
web Centro Español de Metrología y otros
como el artículo de José Antonio Martín de Marco en el artículo “La imposición del sistema métrico decimal en
Soria”
(Revista de Soria 2ª época nº 86, otoño 2014).
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