En la inauguración del curso universitario del año anterior, el rector de la Universidad de Valladolid Fernando Tejerina solicitó al Ayuntamiento de Soria una superficie de terreno superior a las cuatro hectáreas para construir un campus universitario pues por aquel entonces los estudios universitarios de la ciudad estaban muy dispersos y se pretendía unificarlos en un mismo emplazamiento. Los estudios de Magisterio se desarrollaban en la Escuela que encontraba en la ronda Eloy Sanz Villa, el CUS en el viejo caserón de San Francisco con tres cursos de Medicina y de Filosofía y Letras, los Graduados Sociales en el inmueble municipal de la plaza Mayor donde ahora están los servicios sociales municipales, y la Escuela de Enfermería en el Hospital Institucional, hoy Virgen del Mirón.
El Ayuntamiento se puso a ello y el
pleno municipal del 25 de julio de 1988 acordó la cesión de cuatro hectáreas de
terreno en la zona de Los Royales desde las traseras del cuartel de Bomberos,
entonces una amplia superficie de tierras rústicas, y como era consciente de
ser un espacio un tanto escaso, ofreció también el compromiso de iniciar de
inmediato los trámites para la expropiación y reclasificación de las fincas
adyacentes que aunque eran propiedad de particulares, y por ahí podría
ampliarse.
Al rector Tejerina aquel espacio le
resultaba un poco justo y no se acababa de fiar de la buena fe del consistorio
local en lo relativo a las expropiaciones, por lo que no acababa de decidirse y
dar el visto bueno a la propuesta ya que, en caso de que aquellas fincas no
pudieran expropiarse o sus propietarios reclamasen judicialmente alargando el
proceso en los tribunales, el proyecto de construcción del gran campus que
tenía en mente se vería comprometido.
Aquel aparentemente nimio desacuerdo
originó al final el mayor lío de la historia reciente de Soria, un desencuentro
en el que surgieron nuevos protagonistas como el empresario Emiliano Revilla o
el alcalde de Golmayo, y otras propuestas como la de trasladarlo a Las
Camaretas, en el terreno que después acabó siendo centro comercial y que
llevaba anexo una recalificación de terreno que convirtió a Golmayo en el
pueblo más grande de la provincia, todo en medio de unas monumentales broncas
internas en el seno del PP, y salpicado con demandas, insultos, reclamaciones,
amén de todo el resto de ramificaciones satélites como el asunto del Crandom
College, el comité pro-campus o el suministro de agua a Las Camaretas.
No, definitivamente los orígenes del
actual Campus “Duques de Soria” en la zona de Los Pajaritos, no fueron fácil y
hoy, pasados los años, con algunos protagonistas fallecidos y los posibles
delitos ya prescritos, nos gustaría saber toda la verdad. ¿Será posible?
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