jueves, 23 de julio de 2020

23/07/1813: La plaza que pudo ser y no fue.


Una de las últimas barbaridades cometidas por los franceses poco antes de ser expulsados de la ciudad fue, como represalia a unos ataques que habían sufrido por parte de las tropas españolas, el incendio del entorno de las actuales plazas de Herradores y Marqués del Vadillo, así como de las calles Numancia, Claustrilla y Puertas de Pro. No tenemos una idea concreta pero el destrozo cometido debió ser importante causando incluso alteraciones en el desarrollo de los festejos taurinos de las fiestas, pero aún tendrían que esperar los sorianos algunos años para revertir la situación.


        Tras finalizar la guerra en Soria tocó cerrar heridas y arreglar desperfectos, y entre ellos el qué hacer con toda esa parte de la ciudad, probablemente la mejor zona urbana en la época, por lo que a primeros de julio de ese año el Ayuntamiento encomendó al maestro Dionisio Badiola que ideara un proyecto de reconstrucción del arrabal.

        En dos semanas, el 23 de julio de 1813, Badiola presentó una propuesta de reconstrucción tan radical, diferente e innovadora a lo que había y lo que sigue habiendo hoy, que vale la pena detenerse un poco a analizarlo.

        Badiola propuso partir desde cero, retirar las ruinas y derribar las construcciones que quedasen en ese lugar hasta la actual Mariano Granados para convertirlo en un espacio diáfano en el que construir una plaza de planta cuadrada de unos cincuenta metros de lado, porticada con soportales y cerrada salvo por sus cuatro accesos resueltos en modo de arcos de medio punto orientados a los cuatro puntos cardinales y abiertos en el centro de cada panda, siendo el principal el construido delante de la Puerta del Postigo, y que reafirmaba al Collado como eje fundamental de la ciudad. Esa puerta de la muralla quedaría englobada en el proyecto reconvertida en un túnel abierto a la plaza, un conjunto urbano dotado de una misma homogeneidad arquitectónica que levantaba edificios de dos plantas con viviendas y bajos porticados, posiblemente para usos comerciales, que se extendían por la actual calle Numancia hasta la Tejera

        El resultado sería la clásica plaza Mayor al estilo salmantino o madrileño que todos tenemos en mente aunque de menores dimensiones. No sabemos qué pensaron del proyecto nuestros antepasados, y sólo nos ha trascendido que fue rechazado, aunque no sería raro pensar que la auténtica razón de aquel rechazo sería el elevado coste económico, por lo que al final dispusieron reedificar nuevos edificios en la plaza de Herradores conforme a las mismas alineaciones que tenían anteriormente.

Planos de proyecto de remodelación de Dionisio Badiola (1813) custodiados en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Copia tomada del catálogo de la exposición “Mapas, Planos, Dibujos y Grabados de la provincia de Soria” celebrada en los salones del Archivo Histórico Provincial de Soria durante parte de 1997 y 1998, coordinada por Carlos Álvarez García.


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