Beatriz de Beaumont (1526-1603) fue la hija menor
de una poderosa familia Navarra que a los dieciséis años se desposó con don
Juan de Vinuesa, (Caballero de la Orden Militar de Santiago, marqués de
Novaliches, propietario de Sinova y regidor de Soria). Aquí residió el matrimonio, concretamente en su
residencia familiar en el palacio de los Vinuesa que existió en el
emplazamiento actual del Banco de España.
En esta fecha de hoy y previsiblemente sin un fin
concreto, doña Beatriz adquirió el palacio que había sido residencia del deán
Morales de Albornoz, una amplia casona ubicada en la plaza de la Fuente Cabrejas.
El matrimonio no tuvo hijos y tras enviudar ella decidió
dedicar su vida a la religión y repartir sus bienes a partes iguales entre su
único sobrino y un convento de monjas que quería fundar en la ciudad. La casa familiar era intocable pues pertenecía al
linaje de su esposo pero sí disponía a su libre albedrío del palacio de la
Fuente Cabrejas que había comprado diez años antes. Siguiendo
el consejo del obispo Alonso Velázquez, doña Beatriz decidió ofrecer el caserón
a las monjas carmelitas pues estas querían expansionarse y el obispo conocía
bien la orden pues había sido confesor de Teresa de Jesús. A esa donación a la
que añadía una buena cantidad de dinero además de una renta anual de quinientos
ducados, fincas como la llamada Dehesa Serena y las casas que estaban contiguas
a la parroquia de Nuestra Señora de Cinco Villas, templo que también sería
donado al convento pero en este caso por el obispo.
El obispo hizo de intermediario entre ambas mujeres que iniciaron unas
duras negociaciones que culminaron con la fundación del convento carmelita de
la Santísima Trinidad en junio de 1581.
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