miércoles, 12 de octubre de 2016

13/10/1883 ~ Solución al abastecimiento de agua para los siete mil vecinos de la capital.

El problema del abastecimiento de aguas en la ciudad de Soria ha sido uno de los más destacados de la ciudad y cada vez era más preocupante. En este último cuarto del siglo XX a la escasez de aguas surgieron varios brotes epidémicos de cólera, viruela y tifus motivados por un suministro inadecuado y las autoridades municipales no sabían qué hacer. El problema fundamental era la falta de dinero y es que los proyectos más económicos no aseguraban el suficiente caudal. Otros proyectos mucho más costosos eran los de llevar las aguas desde el río hasta un depósito que se construirá en el Castillo o construir un viaducto de unos cuarenta kilómetros río arriba, pero ambos proyectos se entendían como obras faraónicas e inasumibles.

En sesión municipal de 13 de octubre de 1883 se volvió a tratar el asunto, entendiéndose que pese a su elevado coste la solución idónea era la de subir el agua del Duero a unos depósitos construidos en el Castillo desde el Molino de En medio (la elevadora hoy conocida como Museo del Agua) pues esta forma era la única que aseguraba un suministro adecuado estimado entonces en 50 litros de agua por persona y día para los siete mil habitantes de la ciudad.

Finalmente esa fue la solución acordada, encomendando ya en este año al ingeniero Manuel Garbayo y Moreno que redactase el proyecto cuyas obras -expropiación del molino aparte- se calcularon en ciento dos mil pesetas, 612 euros.

Una de las clásicas fuentes de la ciudad, la de la plaza de San Pedro que desmontada y parcialmente mutilada sigue almacenada en dependencias municipales en espera de reubicarse en otro emplazamiento.
 
Antigua fuente en el Barrio de San Pedro (Soria).
Foto JCyL AHPSo nº 2619 archivo Carrascosa, mediados del siglo XX, atribuida a Tiburcio Crespo.

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