lunes, 23 de mayo de 2016

Cofradía de los Recueros

23/05/1300: El 23 de mayo, el rey confirma los privilegios de la Cofradía de los Recueros.

Hoy al igual que ayer, lo primero será ofrecer la definición pues no es palabra de uso común en nuestro tiempo. Recuero es lo mismo que arriero, es decir, el que lleva la recua o conjunto de animales de carga que sirve para transportar mercancías a lomos, no en carros, y las recuas de Soria debieron ser muy importantes para el desarrollo de la actividad mercantil del reino de Castilla pues sabemos que como “Cofradía de San Hipólito o de los Recueros” existe al menos desde 1219 siendo la primera cofradía gremial de España de la que se tiene conocimiento, aunque probablemente existiese anteriormente, y quizá guarde relación con algún privilegio otorgado pero no conocido por el rey Alfonso VIII pues la advocación elegida, San Hipólito, era la preferida por este monarca al ser el del día de su onomástica. Posteriormente, esta cofradía se fusionó con la de San Miguel o de los tenderos.

De su existencia segura se sabe por un privilegio del rey Fernando III en el que autoriza a los recueros sorianos a poder traer de fuera y comerciar en Soria vino sin que se lo pudiera prohibir el concejo, si bien se determina que la cofradía debería nombrar a cuatro o seis hombres buenos para que con un caballero nombrado por el concejo o por el rey se encargasen de reconocer las medidas con las que vendían ese vino. Con el tiempo además se les facultaron otros privilegios como los de llevar ciertos derechos en las medidas de pan, vino, aceite y pesas para la venta de productos al peso.

En época medieval, la separación entre el mundo seglar y el religioso era impensable y no se concebía la realización de una empresa, actividad o incluso batalla sin la protección de un santo lo que hizo que las agrupaciones gremiales de trabajadores de un mismo sector se realizara organizándose en una cofradía bajo a la advocación de un santo y con sede en una iglesia, y aunque sus miembros o cofrades organizasen misas y participasen en procesiones, más que un órgano devoto o penitencial eran agrupaciones de trabajadores de un mismo sector que se unían para defender sus intereses.

Como trabajadores manuales que eran no pertenecían a la nobleza, más bien al Común de Pecheros de Hombres Buenos y es probable que sus integrantes formaran parte de los órganos de representación e esta institución pues durante mucho tiempo el Común celebraba sus asambleas en la sala de San Hipólito de la iglesia parroquia de San Miguel de Montenegro


La postal de Aurelio Rioja no nos permite confirmar si el personaje de la fotografía llevaba una recua o un único animal pero estamos convencidos de que la fotografía podría reflejar perfectamente tanto a un recuero de los inicios del siglo XX, cuando se tomó, que a su antecesor del siglo XIII, y es que el transporte de mercancías ha cambiado más en cincuenta años que en los ochocientos anteriores.

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