25/04/1962:
Las ruinas de San Nicolás fueron declaradas Monumento Nacional, categoría
asimilable a la actual de Bien de Interés Cultural (BIC), según expediente
incoado y declarado el 25 de abril de 1.962 y publicado dos meses después en el
BOE. Esta catalogación permitió derribar las edificaciones anexas y dejar el
edificio exento como se ve en la actualidad.
En pleno casco viejo, a mitad de camino de la calle
Real, aparecen los restos de esta antigua iglesia románica del siglo XIII que
fue uno de los principales templos de Soria pero que se fueron arruinando más o
menos de forma premeditada durante el siglo XIX hasta convertirlo en la ruina
que hoy es. Además de los elementos claramente diferenciados por la
anastilosis, de la obra románica permanece en pie parte del ábside, del muro de
la Epístola y la base de la torre aunque otro buen número de elementos litúrgicos
y muebles siguen empleando su función eclesiástica original en las iglesias de
San Juan de Rabanera, concatedral de San Pedro y parroquia San Francisco sobre
todo.
A principios del siglo XIX, el templo sufrió algunos
desperfectos no bien resueltos lo que unido a la falta de mantenimiento llevó a
un importante deterioro en muy poco tiempo pues enseguida surgieron informes
que aconsejaban su demolición total. El templo no fue demolido pero fue
despojado de sus elementos, abandonado y se dejó caer. La que fue su portada
mayor fue recolocada en la iglesia de San Juan de Rabanera, su retablo mayor se
llevó a la iglesia de San Francisco pero su documentación, imagen titular y la
mayor parte de sus enseres se llevaron a la parroquia de San Pedro. Actualmente,
el solar y las ruinas son propiedad municipal permaneciendo el conjunto cerrado
por una estructura de acero y vidrio que trata de recuperar los volúmenes del
edificio original permitiendo observar su interior.
Imagen: Composición
realizada con una foto del retablo mayor que se encuentra hoy en la iglesia de
San Francisco. Autor foto: Florentino García (a instancias de Rufo Nafría).
El Photosop
hace posible imaginar como sería este retablo en el lugar para el que fue
concebido originalmente.
La recreación
es excepcional puesto que incluye la talla de San Nicolás que se hizo para este
retablo; si bien se separaron y se llevó la imagen a San Pedro y el retablo a
San Francisco.
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