lunes, 18 de abril de 2016

18/04/1920: Los franciscanos estuvieron en Soria en dos épocas. La primera entre los siglos XIII al XIX en el convento que más o menos coincide con el edificio que fue Colegio Universitario y la iglesia parroquial de San Francisco; y la segunda, que es de la que vamos a hablar hoy, desde 1920 hasta la actualidad.

Todo comenzó unos años antes cuando los hermanos Hermenegildo y Eusebio García Sanz (dos filántropos que han hecho por esta provincia más que muchos otros que dan nombre a calles o son nombrados hijos adoptivos) compraron el viejo caserón de la plaza Bernardo Robles. Había sido este una casa solariega de los barones de Pallaruelo y Escuela Normal después. La intención era destinarlo a algún fin benéfico y social por lo que lo entregaron a una congregación de frailes Eudistas para que instalaran una escuela y su convento. El proyecto eudista fue una realidad durante algún tiempo pero no llegó a cuajar y esos frailes abandonaron el caserón y su proyecto.  Los promotores se pusieron en contacto con frailes maristas y con mercedarios, pero con ninguno llegaron a un acuerdo y, en último lugar, con el obispo de Osma don Mateo Múgica Urrestarazu para que hiciera de intermediario.

El obispo vasco se puso en contacto con una congregación de frailes franciscanos de Aránzazu, quienes en la primavera de 1919 aceptaron trasladarse a Soria para fundar un convento y una escuela. Pronto comenzaron las obras de reforma para instalar las dependencias educativas y las propias de los frailes. Finalmente, la inauguración y bendición oficial de la residencia conventual fue el 18 de abril de 1920. La comunidad estaba formada por tres padres y dos hermanos aunque la inauguración formal del colegio tuvo que esperar al momento en el que clases de llenaran de gritos infantiles con el inicio del curso escolar 1920-21.



Actual portada de la iglesia de los padres franciscanos en la plaza Bernardo Robles (Soria).

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