viernes, 27 de noviembre de 2020

28/11/1521: Privilegios de los arrieros yangüeses.

Desde 1347 y por algunos servicios que los carreteros yangüeses prestaron al rey castellano Alfonso XI, así como para compensarles por ciertos sufrimientos que tampoco conocemos, el monarca les concedió la exención de portazgo y el almojarifazgo a los carreteros de la Comunidad de Yanguas.

Salvo en Toledo, Sevilla y Murcia, lo que viene a significar que salvo en esos lugares el transporte de sus mercancías no estaba sujeto a ese tipo de impuesto local convirtiendo la carretería de Yanguas en una rentable actividad que motivó un gran impulso económico de la villa pues, como los arrieros yangüeses se ahorraban aquel impuesto, muchos de sus vecinos se dedicaron a esta actividad que se convirtió en fundamental para la base de la economía de Yanguas, tanto es así que llegó a existir un camino desde la Mancha a Andalucía llamado “Camino de los Yangüeses” y que sería aquel en el que don Quijote tuvo el desagradable encuentro con los yangüeses que narra Cervantes en el Capítulo XV de su más famosa obra.

Peso pese a las ventajas fiscales no todo fue fácil pues la reivindicación de este derecho fue causa de no pocos problemas puesto que el impuesto del portazgo de las mercancías suponía unos importantes ingresos para los concejos castellanos a los que no querían renunciar por lo que en numerosos casos los concejos -a sabiendas de que no tendrían amparo legal- los exigían, motivo que llevaba a los de Yanguas a acudir en repetidas ocasiones a los tribunales de justicia que siempre sentenciaron a su favor.

Un ejemplo de ello se produjo cuando el comendador de la Orden de Alcántara en la villa de Zalamea pretendió cobrarles el portazo. Los arrieros, y en su nombre y representación la Villa y Tierra de Yanguas, acudieron a los Tribunales que, con fecha 28 de noviembre de 1521, dictó sentencia a favor de los yangüeses.

Este ejemplo y otros que ya hemos visto en otras ocasiones nos hace comprobar cómo las ventajas fiscales en zonas pobres y deprimidas lograron asentar la población y favorecer su desarrollo, y nos resulta imposible dejar de comparar esas situaciones con la que acontece en la actualidad en la provincia de Soria lo que nos lleva a reflexionar si hoy serían posibles esas medidas. ¿Vosotros qué pensáis?

Imagen del capítulo XV del Quijote, donde se cuenta la desagraciada aventura que se topó don Quijote en topar con unos desalmados yangüeses.


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