El 6 de noviembre de 1196 el historiador y arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada firmó un curioso documento que nos habla de unos problemas surgidos entre el clero de Medinaceli pero que, más allá de la curiosidad que no es poco, resulta importante pues es la primera referencia documental de la existencia de algunos pueblos y despoblados del sur provincial.
Al
parecer los clérigos de la villa habían sido excomulgados por el obispo en base
a “ciertos excesos que cometieron”, pero al poco algunos se arrepintieron y se
pusieron a disposición del obispo. El resto de clérigos que no acató esa
decisión se irritaron e incitaron a los seglares de la villa a atacar a los
arrepentidos cuyas casas fueron saqueadas. Jiménez de Rada solicitó la
intervención del cardenal legado Gregorio que llamó a los seglares a
testificar.
Éstos
no acudieron y el legado los excomulgó, lo que nos lleva a pensar que entre
ellos no había moros ni judíos, y puso en entredicho las iglesias de Medinaceli
y su aldeas, decisión que los clérigos rebeldes no acataron pues siguieron
otorgando los sacramentos con normalidad llegando a imponer multas a los
cristianos no excomulgados que se negaban a enterrar a sus difuntos por los
sacerdotes excomulgados, a los que habitasen en casas propiedad del obispado o
trabajasen sus tierras.
Al
final los ánimos se relajaron y todos los excomulgados arrepentidos se pusieron
al servicio del obispo Rodrigo que impuso a los seglares la pena de presentarse
en el atrio de la iglesia para ser absueltos de la excomunión, y purificaron el
cementerio para exhumar los restos de cadáveres indebidamente sepultados para
ser vueltos a enterrar bajo los cánones de la Iglesia -de lo que el propio don
Rodrigo dio ejemplo haciéndolo con sus propias manos-. El clero de las aldeas
acabó acatando también las órdenes superiores y pagaron los dos mencales “en
concepto del derecho que llamaban catedralicio”, algo que, aunque no lo diga,
parece que era en el fondo la causa del problema.
Pero
como decíamos, además del interés para conocer la situación del clero, el
documento aparece firmado por los clérigos rebeldes en el que se indica el
lugar de su servicio, lo que nos ofrece información para datar una primera
referencia de muchos poblados, y ya despoblados, de la actual provincia de
Soria: Mazraduel (¿Mazalacete?), Alpansec (Alpanseque), Barafona (Barahona),
Pinilla (probablemente un despoblado de ese nombre cerca de Alpanseque),
Romanielos (Romanillos de Medinaceli), Jelo (Yelo), Boriefodes (despoblado de
Conquezuela), Ambrona, Miño, Bertejal (Beltejar), Boclona, Agua viva (Aguaviva
de la Vega), Utriela (Utrilla), Almaluez, Orta (poblado en torno a Santa María
de Huerta), Montuenga, Valdeserrano (despoblado ilocalizado, posiblemente cerca
de Velilla de Medinaceli), Avenales, Salziedes (¿Sagides?), Judes, Hyrocha
(Iruecha), Ovetago (Obétago), Ures, Ruviales (despoblado de Fuencaliente de
Medinaceli), Faxcamillas (Azcamellas), Steras (Esteras de Medinaceli),
Villaseca (despoblado de Benamira), Montagudo (Monteagudo de las Vicarías),
Garvayosella (Garbajosilla, despoblado de Esteras de Medinaceli).
Momia del don Rodrigo Jiménez de Rada (h. 1170.1247) en Santa María de Huerta durante una exhumación en 1968. Fondos y catálogos del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. |
Mazrduel = Mazarovel = Marazovel
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