viernes, 26 de agosto de 2016

27/08/1978 ~ Siniestro en la capital: Fuego en un edificio singular del siglo XX.

En la madrugada del 27 de agosto y una vez cerrada al público, un problema eléctrico provocó el incendió de la cafetería Alameda de la Dehesa, un edificio singular dentro de la, en general, aburrida arquitectura soriana reciente.

A mediados del siglo XX el Ayuntamiento de Soria entonces presidido por Eusebio Fernández de Velasco, decidió dotar al parque de la Dehesa de un establecimiento público con servicio de bar en invierno o en verano, encomendándole el proyecto a los arquitectos zaragozanos Manuel y José Romero Aguirre, los mismos que idearon el Monumento a los Caídos y que idearon un novedoso diseño. Miguel de Lózar ha escrito recientemente sobre la arquitectura de esta cafetería en una serie de artículos en el último número de nuestra revista Arevacon describiendo arquitectónicamente este edificio tan interesante que cuesta mucho entender su estado de abandono, y a los que remito al lector interesado en la arquitectura del siglo XX en Soria.

Aquella cafetería fue inaugurada en 1959 y desde el primer momento se convirtió en el espacio de moda de la ciudad. Tras el incendio al que hacíamos referencia al principio el Ayuntamiento convocó un concurso de ideas para su reconstrucción, trabajo que finalmente fue adjudicado al equipo de arquitectos sorianos Francisco de Gracia Soria, Francisco Javier Ceña Jodra y Juan Francisco Yusta Bonilla.

Como la estructura principal no había sufrido graves daños el proyecto de rehabilitación respetó el edificio principal dotándolo de elementos que proporcionaban una mejor iluminación natural, prolongó el sistema de pérgolas alrededor del edificio con las mismas dimensiones pero adicionándoles también unas cúpulas traslúcidas que mejoran la iluminación interna. En el exterior se construyó una pista de baile en forma de graderío de hormigón armado y unas pequeños edificios destinados a baños públicos y almacén del bar restaurante que fueron derribados a los pocos años y que se encontraban en la zona donde ahora está el monumento a los autores de la sanjuaneras.

Hace unos años el Ayuntamiento decidió no sacar a subasta la adjudicación de la cafetería y salvo para algún acto cultural, el edificio permanece inexplicablemente abandonado, languideciendo por un futuro digno que no acaba de aclararse.


Cafetería Alameda hacia 1960. Del archivo de Andrés Cámara.

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