La despoblación, la emigración y el envejecimiento han sido
las principales causas de que muchas costumbres, fiestas y tradiciones se
pierdan para siempre al vaciarse nuestros pueblos. Unos pocos pueblos han
tenido la suerte de que pese a su escaso número de vecinos los que regresan en
verano tienen interés en que ese legado no se pierda y han recuperado fiestas,
cantos y bailes.
Eso pasó en Iruecha hacia 1970 cuando desapareció una
peculiar Soldadesca de Moros y Cristianos que celebraban con motivo de las
fiestas de la Virgen de la Calzada. Tras unos veinte años desaparecidas, cuando
muchos ya las habían olvidado y casi todos dadas por desaparecidas, el sacerdote e hijo del pueblo David Gonzalo Millán impulsó junto con la
Asociación Cultural de Iruecha su recuperación que a diferencia de las
ediciones previas se celebró en estas fechas de agosto cuando más gente hay en
el pueblo, en lugar de sus fechas originales en abril o septiembre. La fiesta
no sólo se recuperó sino que se ha consolidado como uno de los fenómenos
etnológicos de la provincia de Soria pues hasta Iruecha siguen acudiendo
visitantes para contemplar este particular rito único en la región que es la fiesta
de moros y cristianos más septentrional de las que siguen existiendo en la
península y que fue declarada Fiesta de Interés Turístico
Regional por la Junta de Castilla y León en 1991.
Resumidamente, la Soldadesca de Iruecha es una fiesta de moros y cristianos que incluye una
curiosa representación teatral celebrada en las eras del pueblo en la que los
moros tratan de conquistar el pueblo pero al final y gracias a la intervención
de la Virgen de la Calzada desisten de sus intenciones y se convierten al
Cristianismo, todo ello desarrollado con una imponente puesta en escena que
incluye estandartes de colores y trajes que representan a soldados moros mientras
que otros visten de cristianos, utilizando para ello un anacrónico traje de época
dieciochesca, armas, estandartes y van montados en caballos engalanados.
No
sabemos desde cuando se celebra. Es posible que tenga un origen medieval y
aunque en el pueblo dicen que desde tiempos inmemoriales con seguridad sólo se
sabe que se celebraba en el siglo XIX cuando un iruechano, el comandante de
infantería don Mariano Casado y Aguilera escribió un Opúsculo de Nuestra Señora de la Cabeza, excelsa patrona de Iruecha,
que recoge el texto y la coreografía castrense con la que todavía se desarrolla
la soldadesca.
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