domingo, 31 de julio de 2016

01/08/1553 ~ Las dudas sobre la reforma de la concatedral de Soria

Como ya hemos hablado en varias ocasiones, con el inicio del siglo XVI la ciudad de Soria sufrió un importante cambio urbanístico pues el centro de la ciudad pasó del entorno de la colegiata de San Pedro al de la actual plaza Mayor por lo que todas las instituciones hicieron lo posible para cambiarse a ese nuevo emplazamiento más llano, cómodo, moderno y habitado. Entre las instituciones que quisieron cambiarse estuvo también el Cabildo de la Colegiata de San Pedro cuyos canónigos ansiaban trasladar su sede a la iglesia de San Gil, hoy la Mayor, lo que no contó con el apoyo unánime de todos los canónigos ni de toda la sociedad soriana.

El proyecto fue una realidad durante algún tiempo pero se vieron obligados a regresar a los barrios bajos y cuando parecía que ya se habían olvidado del traslado un circunstancial derrumbe de parte del templo, al parecer intencionado, les hizo trasladarse otra vez a San Gil donde ya pensaban que se quedarían para siempre. Sin embargo no todos estaban dispuestos a abandonar a su suerte un templo de tan buena factura como la iglesia de San Pedro por lo que algunas familias que tenían allí sus enterramientos y el obispo de Osma García de Loaysa les obligaron a reedificar San Pedro. Los canónigos aceptarían a regañadientes pero por el desarrollo de los acontecimientos parece que emplearon la táctica de marear la perdiz, o sea, decir que sí y hacer como que estamos en ello pero en realidad no hacemos nada a ver si se olvidan.

El tiempo pasaba sin prisa y en 1548 se llegaron a adjudicar la reconstrucción del viejo templo con el cantero Juan Martínez de Mutio, pero los canónigos estaban tan a gusto en San Gil, ya cambiado el nombre al de Santa María la Mayor, que no tenían prisa por cambiarse de lugar y las obras aunque adjudicadas apenas avanzaban pues parece que no querían volver a ese lugar. Una muestra la tenemos en la comunicación que Martínez Mutio dirigió al cabildo y que se leyó tal día como hoy de 1553 en la que el constructor exponía que ni siquiera podía hacer los cimientos pues no sabía concretamente qué es lo que los sacerdotes quieren hacer en la nueva obra.

Finamente los canónigos abandonaron sus ansias de trasladarse a la Mayor y con la ayuda económica del obispo Acosta asumieron la conveniencia de construir un nuevo templo terminado hacia 1575 que prácticamente es la monumental iglesia que tenemos hoy.


Postal de la concatedral de San Pedro fechada hacia 1973.

viernes, 29 de julio de 2016

31/07/1223 ~ La ayuda que permitió finalizar las obras del refectorio del monasterio de Santa María de Huerta

Don Rodrigo Jiménez de Rada era entonces, a sus 53 años de edad, arzobispo de Toledo, historiador, diplomático… Uno de los hombres más poderosos de Castilla que, desde esta importante posición económica y social, el 31 de julio de 1223 decidió donar al monasterio de Santa María de Huerta, en el que pedía ser enterrado, los lugares de Bliecos, Boñices, Alentisque y Taroda con sus palacios.

Con el dinero de esa donación los frailes pudieron culminar las obras de construcción del refectorio que en esta fase parece que fueron terminadas por un maestro cantero del norte de Francia o de la Borgoña, quizá también artífice de otras obras en el monasterio burgalés de Las Huelgas y en las catedrales de Cuenca y Sigüenza, y que probablemente construyó entonces la cocina anexa.

El refectorio de Huerta es una sala muy conocida pues ha sido empleada como estudio cinematográfico de varias producciones cinematográficas de carácter histórico y a su lado se encuentra la no menos meritoria cocina que nos hace viajar en el tiempo e imaginarnos los monjes medievales entre pucheros.

Si alguien no lo conoce una visita a Santa María de Huerta no es que sea recomendable, es que es obligatoria para cualquier persona que se precie de que le interesa el Arte y la Historia.


Refectorio del monasterio de Santa María de Huerta (Soria).

30/07/1605 ~ La primera recopilación histórica de la ciudad de Soria.

En esta jornada murió Diego Marrón. Autor de un inédito manuscrito llamado Cosas curiosas y antiguas de la Colegial y Ciudad de Soria (1583), que pese a sus errores pasa por ser la primera recopilación histórica de la ciudad de Soria.

Sacerdote de origen hidalgo, caballero del linaje de San Llorente y canónigo racionero, a Diego Marrón el Cabildo de la colegiata le encomendó recoger y escribir la historia de la iglesia de San Pedro y de la propia ciudad pues las de ambas están indefectiblemente unidas.

Diego redactó un texto de casi doscientas páginas que trata sobre los orígenes de la iglesia de San Pedro y demás iglesias sorianas. También ofrece información sobre los Linajes y la propia ciudad. Pero son noticias que hay que tomar con todas las reservas pues el autor comete numerosos errores y a veces parece un relato novelado sin fundamento. Hay faltas de ortografía, faltan tildes, algunos nombres que aparecen varias veces están escritos cada vez de una forma, etc.
Leyéndolo y conociendo las aspiraciones de grandeza en los canónigos en esa época, da la sensación de que más que una crónica histórica está escrito como prueba para avalar las propiedades y derechos económicos del Cabildo.

Sin embargo, la obra también tiene un valor histórico incuestionable y es una de las referencias bibliográficas más antiguas que se conserva sobre la Historia de la ciudad. Por lo que no estaría de más que, como ya hacen otras instituciones, el Ayuntamiento de Soria decidiese colgar en la web municipal éste documento que ya está escaneado. Así como tantos otros que duermen en archivos y bibliotecas públicas y privadas con escasas posibilidades de ser consultados por el público general.


Dibujo de las armas del linaje de los Chancilleres en el manuscrito de Diego Marrón, con número de referencia 25 en la biblioteca archivo del Cabildo de la concatedral de San Pedro (Soria).

jueves, 28 de julio de 2016

29/07/1999 ~ A vueltas con "el monumento"

Una de las primeras medidas adoptadas por el tripartito PSOE-ASI-IU fue desmontar el monumento construido en 1953 para homenajear al general Juan Yagüe Blanco. Un militar del bando sublevado promotor de proyectos muy convenientes para la provincia en la que nació pero a quien también se le atribuyen crímenes de guerra injustificables.

El equipo de gobierno, el primero de la democracia formado por independientes y fuerzas de izquierda, decidió retirar de la plaza más céntrica de la ciudad el monolito para dejar patente su rotunda oposición al papel que Yagüe jugó en el conflicto civil, pero también por que no decía nada, era feo y era una muestra sin valor artístico de la arquitectura de otra época. Las obras comenzaron el día 26 y acabaron el 29 de julio de 1999.

Como es cierto que Yagüe fue el promotor de la barriada que lleva su nombre en la ciudad y como signo de respeto, el Ayuntamiento de Eloísa Álvarez se lo ofreció a la Asociación de vecinos de la Barrida “Juan Yagüe” para colocarlo allí, pero sus vecinos declinaron el ofrecimiento y se decidió desmontarlo para aprovechar el material que se pudiera. La mayor parte estaba construido en piedra artificial que acabó en la escombrera. Se guardaron los medallones de bronces, escudos y águilas para cederlos al Museo del Ejército que como tampoco lo quiso también se tiraron, conservándose algunos escudos de la ciudad y unas águilas en dependencias municipales.

El ayuntamiento aprovechó esta obra para reformar el tráfico de la plaza y devolverla a su estado previo pues el equipo de gobierno anterior había hecho el experimento de alargar la zona peatonal desde Marqués del Vadillo pero no había resultado eficaz. Se cambió el pavimento, se colocaron farolas y muchos elementos que pocos años después fueron retirados para construir la plaza actual.

Obras de desmontaje del monolito dedicado al General Yagüe (Soria).
Foto en revista Plaza Mayor nº 80.

miércoles, 27 de julio de 2016

28/07/1926 ~ Discusión con resultado de muerte del torero Nacional II

El 28 de julio de 1926 comenzó a celebrarse, en la Audiencia de Soria, el juicio por la muerte del torero Juan Anlló, el Nacional II. Un juicio mediático que atrajo el interés de todo el país ansioso de noticias luctuosas y morbosas.

Todo comenzó unos meses antes, durante la corrida de toros de las fiestas de San Saturio cuando un grupo de jóvenes sorianos pitaron al torero Emilio Méndez que hacía lo que podía con su pésimo lote. Entre el público, vestido de calle, estaba Juan Anlló viendo torear a su compañero y salió en su defensa iniciándose una violenta pelea en la que alguien le dio un botellazo en la cabeza al torero y este se defendió a bastonazos. El torero y el espectador fueron reducidos por la policía y conducidos a la enfermería para ser explorados y atendidos. Se culpó de ello al soriano del público, aunque nunca quedó bien aclarado quien fue el que le dio el golpe.
En principio, el soriano fue remitido a casa por parecer su estado reservado y a Nacional se le dejó salir a la calle por no apreciarse lesiones de importancia. Pero al salir continuaron las broncas e incidentes entre los amigos de ambos con lo que al final Juan Anlló fue enviado al juzgado y de ahí a la cárcel provincial, hoy Palacio de la Audiencia.

Allí detenido, los guardias que le custodiaban en el calabozo afirmaron que el torero estaba muy nervioso, se arrancó los vendajes y se dio de cabezazos contra los muros del calabozo.  Pronto el torero solicitó asistencia médica pues no se encontraba bien. Los médicos le atendieron en la prisión y el juez no le permitió salir para ser examinado al hospital. Al día siguiente su estado empeoró, perdió el conocimiento y se permitió el traslado a su alojamiento en el Hotel Comercio donde fue operado de urgencia por un médico venido expresamente de Madrid que le practicó una trepanación para aliviar la presión intracraneal producida por una hemorragia cerebral consecuente a los golpes recibidos. Pero la medida no fue suficiente y el torero murió a primera hora de la tarde del 6 de octubre de hace ochenta y nueve años.

Al poco se inició la investigación judicial y los interrogatorios. La prensa nacional y escritores como Ernest Hemingway juzgaron y condenaron a todos los sorianos en general que quedamos como unos paletos, bárbaros y asesinos, los más brutos del país, iniciándose así una leyenda negra que perduró muchos años. Una de las medidas adoptadas por la Asociación de Matadores de Toros fue la de negarse a firmar contratos para torear en Soria, con lo que la plaza de Soria quedó vetada hasta 1927.

Como ejemplo de esta campaña de desprestigio, un año después del incidente el soriano de adopción y periodista don Antonio Zozaya escribía en la revista Mundo Gráfico que «… un grupo de devotos del torerismo y de la majeza quisieron presentarla (a Soria) á los ojos de los españoles de todas las provincias restantes como iracunda, brutal y homicida. Ante los Tribunales de Justicia la verdad ha resplandecido. La muerte de Nacional II (hay ya dinastías cirquenses) fue un suceso vulgar, lamentable por causar la muerte de un joven valiente y pundoroso como Anlló y fue consecuencia de una violenta riña tumultuaria, en que los verdaderos sorianos no tuvieron arte ni parte. Ni el fiscal, ni los acusadores, ni uno solo de los letrados que han intervenido en el proceso se han hecho eco de las miserables calumnias que ofendieron á la vieja Numancia». Continúa su artículo alabando el nivel cultural de los sorianos cuyo nivel de escolarización de niñas es el más alto de las capitales de España, y eso en una provincia ya entonces olvidada por las autoridades pues carece de muchos servicios públicos e infraestructuras necesarias, pero no de escuelas cuya construcción y dotación correspondía entonces a cada municipio pero que a menudo construían y dotaban los propios vecinos.

La sentencia se leyó el 19 de noviembre. En su día la comentaremos.


Fachada de los juzgados y cárcel de Soria, lugar donde se celebraron los juicios por los altercados en la plaza de toros. Instantánea del fotógrafo soriano José Casado publicada en las revistas ilustradas Mundo Gráfico y Nuevo Mundo.

martes, 26 de julio de 2016

27/07/1622 ~ Se toma la decisión de construir el primer teatro y 50 años después...

El Teatro ha sido una de las formas más importantes de entretenimiento a lo largo de la historia. Ya sean pequeñas interpretaciones de aficionados o grandes montajes, la puesta en escena precisa un lugar, un espacio. No hemos podido obtener datos al respecto pero suponemos que en la antigüedad agrupaciones de teatro itinerantes recorrerían los caminos deteniéndose en cada población montando su espectáculo en las eras o en cualquier plaza, pero la profesionalización de las compañías −que iría pareja a su calidad−, haría imprescindible contar con un teatro estable tanto para comodidad de los que ofrecían el espectáculo como para los espectadores.

Hasta esta fecha en Soria no consta la existencia de algún teatro, patio de comedias o instalación semejante por lo que cabe suponer que las compañías representaran pequeñas obras en plazas o calles y después pasaran el platillo para pedir la voluntad.

En la correspondiente sesión de hoy de la Diputación de los Linajes se tomó el acuerdo de construir un teatro a su costa pues además del entretenimiento que suponía, pensaron que las entradas les proporcionarían beneficios económicos con los que poder seguir sosteniendo sus gastos, principalmente los destinados al mantenimiento de los niños expósitos de la ciudad.

Para ese fin, además del patio trasero de su casa palacio, adquirieron un solar adyacente y emplearon parte de la vivienda principal. La traza de la construcción del teatro fue encargada al maestro Francisco de Cambrero por cuatrocientos cincuenta ducados que −como pasa ahora−, al final fueron ciento cincuenta más. El proyecto debió gozar de gran interés pues a comienzos del año siguiente buena parte de la obra ya estaba concluida y a finales ya se ofrecieron representaciones. En cuanto a su explotación parece que no era la propia institución quien gestionaba directamente el teatro sino que era arrendado a particulares. Esta delegación de servicios unido a una mala gestión y a las continuas obras de reforma y consolidación hicieron que el teatro fuera deficitario y a largo plazo, un importante lastre económico para los Linajes.
Hoy el espacio de aquel teatro desaparecido forma parte del edificio del Ayuntamiento de Soria.

En el Archivo Histórico Provincial de Soria (AHPSo) se guardan dos documentos correspondientes al plano Teatro de Comedias que existió en el patio de la Casa de los Doce Linajes; fechado casi cincuenta años después. Estos dibujos nos muestran la estructura típica de los teatros de entonces, un patio cuadrado de dos plantas en cuya planta baja se representaban las obras y rodeado de balconadas corridas en dos pisos donde se colocaba el público.

Planta y alzado del edificio del Teatro de Comedias de Soria, 1671.
Fuente: AHPSo

lunes, 25 de julio de 2016

26/07/1963 ~ ¿Qué es el obelisco de Soria que no es rollo, picota ni horca?

Con el inicio de los años sesenta el desarrollo urbano de la ciudad de Soria comenzaba a extenderse como nunca. Desde la plaza de toros hacia arriba, el obelisco (construido en honor de los mártires de la Independencia) entorpecía la construcción de viviendas por lo que el Ayuntamiento de Soria solicitó permiso para desmontarlo y trasladarlo a otro emplazamiento.

En la correspondiente sesión de la Comisión de Monumentos de Soria, de 26 de julio de este año, se trató el asunto. Se acordó otorgar permiso para desmontarlo y trasladarlo. De su emplazamiento original, a la altura de donde se encuentran ahora los primeros bloques de los Patios de don Vela, hasta su emplazamiento actual, unos metros más abajo. 
Meses después el Ayuntamiento acometió los trabajos dirigidos por el arquitecto Cabrerizo que ideó su nueva ubicación en un jardín de planta triangular limitado por las calles Valonsadero, Mártires de la Independencia y Venerable Palafox.


Monumento en honor a los Mártires de la Independencia en Soria. Vista de la zona hacia 1945 con el obelisco en su ubicación original, de JCyL AHPSo nº 16245.

domingo, 24 de julio de 2016

25/07/1538 ~ La fatal coincidencia por la que se eligió a la patrona de San Leonardo de Yagüe

El 22 de julio, festividad de Santa María Magdalena, San Leonardo sufrió un gran incendio en que sólo se salvó la ermita de la Virgen de la Cuesta. Este fue el tercero de una serie de incendios que en los tres últimos años se habían repetido el mismo día. Coincidió en los tres casos que sólo se salvó la citada ermita, por lo que los vecinos del pueblo no pudieron entender otra cosa: que allí estuviera la mano de Dios o del demonio, según se mire.
Tres días después, los vecinos de San Leonardo decidieron encomendarse a la santa y la eligieron como patrona de la villa para solicitar su protección y evitar que la catástrofe se repitiese. Los vecinos de entonces prometieron que ellos y sus descendientes deberían celebrar fiesta grande ese día con rezo de vísperas, procesión y misa.
Parece que ya entonces se estableció la pagana y sana costumbre de agasajar a la santa protectora corriendo un novillo que después sería sacrificado y cocido en una caldereta para repartir entre los vecinos en el paraje Fuente del Tío Briones. Festejo que se sigue celebrando en la actualidad aunque esta comida se ha trasladado al 25 de julio, día de Santiago.
 

Procesión de las fiestas de Santa María Magdalena hacia 1970 en San Leonardo (Soria).
Fuente foto: Programa de fiestas de Santa María Magdalena 2014. Autor: 
Teodoro de Miguel.

sábado, 23 de julio de 2016

24/07/1871 ~ Un burgense presidente del Gobierno y Consejo de Ministros

Una de las figuras políticas más importantes y desconocidas por los sorianos en general es la del burgense Manuel Ruiz Zorrilla quien entre esta fecha y el 4 de octubre fue Presidente del Gobierno y del Consejo de Ministros.

Manuel Ruiz Zorrilla nació en El Burgo de Osma en 1833. Hijo de un comerciante de tejidos burgense, los negocios familiares le permitieron llevar una vida acomodada y pudo cursar estudios de Derecho en la Universidad Central de Madrid donde parece que inició sus contactos con la Masonería y su carrera política vinculado al Partido Progresista, unas ideas que compatibilizó perfectamente con su amistad con el clero burgense, especialmente con el obispo de Osma Vicente Horcos de quien fue gran amigo.

Inició su carrera política oficial en las elecciones de junio de 1858 donde obtuvo el acta de diputado a Cortes por el distrito de El Burgo. De ahí su carrera fue meteórica, en 1863 pasó a formar parte de la Junta Suprema del Partido Progresista y acabará siendo presidente del Consejo de Ministros en dos ocasiones.

En 1875 los cambios políticos le obligaron a exiliarse en París y cinco años después fundó el Partido Republicano Progresista. Además de esos cargos Ruiz Zorrilla fue pieza clave en la política nacional de la época participando como inspirador o colaborador en diversas tentativas de pronunciamientos militares republicanos.

Murió en Madrid en 1895 ocupando el cargo de diputado. Fue enterrado en el cementerio de Burgos pero desde 2010 sus restos fueron trasladados al de El Burgo de Osma donde ya reposan para siempre.
 
Retrato de Manuel Ruiz Zorrilla, en la revista Ilustrada Estampa (1932).

viernes, 22 de julio de 2016

23/07/1787: Estar o no estar en la plaza Mayor

En varias ocasiones hemos visto que a partir del siglo XVI el centro de la ciudad pasó a situarse en la actual plaza Mayor de Soria y que desde entonces se transformó en el corazón de la ciudad. Allí se asentaron los Linajes, la justicia y el concejo. También lo pretendieron el Cabildo de San Pedro y hasta la Universidad de la Tierra. Esta tuvo que conformarse con un caserón inmediato. Sin embargo, los vecinos más humildes agrupados en el ‘Común de Hombres Buenos’ no pudieron y tuvieron que seguir en su sede: la Sala de San Hipólito, en un edificio frente al palacio de los Condes de Gómara.

Pero los miembros del Común aspiraban a ser considerados iguales que los caballeros y decidieron asentarse en la plaza Mayor que, además del simbolismo y del reconocimiento social, desde los balcones se veían muy bien las corridas de toros que solían celebrarse en esta plaza. Por lo que en algún momento del siglo XVII, el Común, sin abandonar la otra dependencia, se instaló en el edificio de la plaza Mayor que seguían siendo carnicerías y que había sido sede de los Linajes y lugar donde guardaron los arneses antes de construir enfrente su palacio.
Respecto a la propiedad del edificio en esa época es difícil saberlo. Fue municipal, después vendido a los Linajes que a su vez lo vendieron al Ayuntamiento. Y es posible que fuese del concejo o ya del Común y que estuviesen allí arrendados.

Lo que se sabe con seguridad es que en 1781 el edificio estaba en muy mal estado de conservación y aprovechando el que maestro de obras Aranguren se encontraba en Soria supervisando los trabajos de construcción de la actual Audiencia, se le pido reconocer la casa para hacer “plan y condiciones”. Dos años después presentó un proyecto para reparar la Casa del Común y las Carnicerías por la ruina que amenazaban, un proyecto que más o menos era el del edificio actual, un inmueble de planta baja y dos pisos desarrollando una fachada simétrica con cuatro arcos de medio punto siendo los dos centrales de mayor tamaño que los laterales, pero con toda la fachada construida en piedra de sillería lo que encarecía mucho la obra, razón que hizo desestimar el proyecto.

Pero como ignorar un problema no suele servir para que se solucione, el mal estado del edificio empeoraría, de forma que el 23 de julio de 1787 la correspondiente sesión municipal del Ayuntamiento de Soria volvió a tratar sobre la situación de la Casa del Común de Soria, o mejor aún, «de la casa en que celebra sus juntas el Estado General de Hombres Buenos de ella». Según los informes, una obra nueva con toda la fachada de sillería costaría entre 13.000 a 14.000 reales, pero se buscó una solución intermedia que costaría sólo 9.000 reales y que reducía la sillería únicamente en el primer cuerpo, siendo el resto materiales comunes.

Esa fue la decisión tomada y el resultado el que hoy vemos reconvertido en sede del Archivo Municipal de Soria, con la salvedad que de que a mediados del siglo XX se le añadió otro piso, pero eso lo dejamos para otro día.



Imagen de la planta baja de la Casa del Común en 1912, empleada en aquella época como local municipal donde estaba la báscula que servía para las ventas del grano en el mercado.
Fotografía atribuible a Aurelio Rioja de Pablo. Fondos del Museo Sorolla, 82965.


22/07/2003: Avelino Hernández Lucas

En esta fecha falleció Avelino Hernández Lucas. Hombre polifacético que se dedicó a escribir, a enseñar y a dialogar. Un tipo sencillo pero a la vez tan enorme que ha dejado un vacío imposible de llenar. Su aportación literaria es incuestionable pero su optimismo vital y su pragmática visión de la vida calaron para siempre entre quienes le conocimos.

Avelino nació en Valdegeña en 1944, hijo del tío Eustaquio y de la tía Milagros, como solía decir él. Unos típicos agricultores que sacaron adelante su familia a puro de esfuerzos y sacrificios. Avelino estudió en la escuela de Valdegeña durante sus primeros años. Vivió la infancia de un niño de pueblo, disfrutando de una vida sencilla y rural que marcó indeleblemente su obra.

Después estudió en el seminario, más tarde Filosofía, Literatura, Historia, algo de Derecho,..., carreras que no pudo terminar por estar enfrascado activamente en la lucha contra el franquismo. No en vano fue uno de los dirigentes de la Organización Revolucionaria de los Trabajadores lo que le costó su consiguiente etapa en prisión. En el primer gobierno socialista de la Junta de Castilla y León ocupó altos puestos políticos en la Consejería de Cultura, pero dimitió, lo que le permitió consagrarse en cuerpo y alma a sus pasiones, los viajes y la literatura.

Comenzó a publicar relativamente tarde. Sin embargo, es autor de una prolífica obra literaria. Escribió libros para adultos que podían leer niños y libros para niños que leían los adultos, guías de viajes, narrativa, libros técnicos, colaboró con la prensa soriana y fue uno de los fundadores del proyecto “Soria Edita”.

Vivió en Soria, Cataluña, Madrid,... pero en 1996 se marchó con Teresa Ordinas a vivir a Selva (Mallorca). Allí, un hombre de campo como él, se compró una embarcación pesquera típica de la zona: un llaüt. Construido a mediados del siglo XX con madera de Soria y que bautizó con el nombre de Soria. Allí junto al mar fue feliz como lo fue en su infancia entre los campos de cereal, pero más que feliz decía que sólo junto al mar había experimentado realmente lo que significaba la libertad.

Ese traslado no le desvinculó de su provincia a la que acudía a menudo. La última en mayo de 2003, siendo consciente ya de que aquello era una despedida. La enfermedad nos lo arrebató pero no podrá quitarnos sus libros ni los recuerdos y vivencias de aquel hombre bueno que siempre sonreía y que nos ayudó a entender que incluso en lo peor siempre se puede encontrar algo positivo.

Retrato de Avelino Hernández Lucas.

jueves, 21 de julio de 2016

21/07/1504: El portazgo y los carreteros de la Comunidad de Yanguas

La lección de historia de hoy se la queremos dedicar a nuestros representantes políticos. Y es que vamos a seguir haciendo hincapié en el asunto del que hablábamos ayer: el del portazgo. Esto no era sino la concesión de un privilegio especial que otorgaban los monarcas castellanos para favorecer a zonas tradicionalmente discriminadas para favorecer su desarrollo económico y social.

Desde que les fue concedida por el rey Alfonso XI, en 1347, los carreteros de la Comunidad de Yanguas estaban exentos de pagar el impuesto local de portazgo y almojarifazgo en todas las poblaciones del reino castellano salvo en Toledo, Sevilla y Murcia. Lo que viene a significar que salvo en esos lugares sus transportes se ahorraban esos importantes pagos para disgusto de las entidades locales de Castilla que se resistían a esos importantes ingresos y que, a menudo, desobedecían obligándoles a los de Yanguas a pagar. Éstos, sin inmutarse, abonarían las tasas correspondientes y acudirían a la justicia de la Chancillería de Valladolid que siempre les dio la razón. Como la sentencia que se dio a conocer tal día como hoy de 1504 en la que el concejo de Lebrija dictaminó a favor de los yangüeses y les impuso la multa de cincuenta mil maravedíes.

Este derecho real de portazgo favoreció un gran impulso económico ya que como los arrieros yangüeses se ahorraban aquel impuesto, muchos de sus vecinos se dedicaron a esta actividad que se convirtió en fundamental para la base de la economía de Yanguas. Existió un camino desde la Mancha a Andalucía llamado “Camino de los Yangüeses” y que sería aquel en el que don Quijote tuvo el desagradable encuentro con los yangüeses que narra Cervantes en el capítulo XV de su más famosa obra.
En Yanguas también se dedicaron a la ganadería de ovejas merinas al ser tierra muy favorable para su cría y ambas actividades económicas favorecieron el desarrollo de una industria pañera que propició una época de oro en Yanguas.

Este ejemplo y otros que ya hemos visto, nos hacen comprobar como las ventajas fiscales en zonas pobres y deprimidas lograron asentar su población. Nos resulta imposible dejar de comparar esas situaciones con lo que acontece hoy en la provincia de Soria lo que nos lleva a reflexionar si no va siendo ya hora de aplicar alguna medida de este tipo para evitar la despoblación rural.
 

Castillo de Yanguas (Soria).

miércoles, 20 de julio de 2016

20/07/1384: El privilegio del portazgo

Con la perspectiva actual que tenemos de Soria en pleno siglo XXI nos cuesta mucho imaginar lo diferente que sería la situación en plena Edad Media. Cuando nuestra provincia era zona fronteriza y, por lo tanto, sujeta a los vaivenes belicosos de los monarcas de los reinos vecinos que ansiaban arrebatar estas tierras a Castilla o de los propios nobles castellanos que pretendían el señorío de estas tierras.

La noticia viene a cuento de que en esta jornada el Procurador del Común de los Hombres Buenos de Soria, don Gil Blas, consiguió que el rey Juan I de Castilla confirmase el privilegio del portazgo que concedió en su tiempo a Soria su antecesor el rey Sancho “El Bravo” con el fin de distinguir, premiar o compensar a los habitantes de una zona que sufría muchas penalidades.

Precisamente, el documento original de esa concesión se perdió en una guerra. Concretamente, la acaecida como consecuencia de la protesta de los de Soria a ser vasallos de Bertrand Duguesclain quien ante su negativa de someterse a las órdenes del rey y entregarse a su ducado, incendió el arrabal de la ciudad y atacó el Castillo. Aunque venció y ocupó militarmente la ciudad no lo pudo hacer moralmente pues los sorianos sacaron ese gen numantino -que llevamos dentro- y no se doblegaron a los intereses del francés que tuvo que pedirle al rey que mejor le compensara con otra cosa ya que con los sorianos no se puede ni por las malas.
 

Castillo de Soria en 1896 donde Duguesclain centró sus ataques.
Foto de José López de Cerain en ‘Recuerdo de Soria’ nº 5.

martes, 19 de julio de 2016

19/07/1195: Batallas para la Reconsquista

En estos años el proceso conocido como Reconquista avanzaba muy despacio y casi se puede decir que incuso retrocedía en contra de los intereses cristianos pues el rey de Marruecos Mahomed Ibn Yacub había formado un gran ejército y desembarcado en el sur de la península con la intención de extenderse hacia el norte.

El rey castellano Alfonso VIII estaba enfrentado con los reinos cristianos vecinos pero ante el inminente peligro que les venía encima hizo un esfuerzo diplomático y logró pactar una alianza militar con los reyes de León y de Navarra para enfrentarse juntos a los musulmanes.

El ejército cristiano era formidable. Pese a eso, había recelos comunes, escasa comunicación, ansias de gloria de uno y desconfianzas de otros. Todo ello hizo que el rey castellano iniciase unilateralmente el combate sin el auxilio leonés y navarro. El 19 de julio de 1195, atacó a los musulmanes en Alarcos donde fue derrotado lo que supuso que la zona de La Mancha pasara de nuevo a manos musulmanas.

Los navarros y leoneses entendieron que la derrota de Alarcos había sido el justo castigo divino a la libidinosa vida que mantenía el rey Alfonso, casado con Leonor pero viviendo en Toledo con su amancebada la judía Raquel. La derrota rompió las relaciones diplomáticas entre los tres reinos y supuso una importante debilidad para Castilla a la que alguno quiso sacar interés.

El rey navarro Sancho VII “el Fuerte”, además de reprobarle a Alfonso la derrota de Alarcos, como se sentía cercado por Castilla y por Aragón aprovechó la debilidad de su enemigo y decidió entrar con su ejército en Castilla arrasando Soria y Almazán «matando et quemado et robando todo quanto fallaban» quedando estas zonas prácticamente despobladas. A raíz de este ataque a Soria se decidió construir o afianzar el Castillo y las murallas que pudieran existir previamente.

De lo cual, se plantean varias hipótesis:

Una dice que fue el propio rey navarro el que se asentó en Soria y construiría la parte más antigua del castillo dotándolo de doble muralla y de barbacana. Hay quien dice incluso que fue en estos momentos cuando el navarro puso al castillo el nombre de Oria y a una población cercana la llamó Garray, ambos nombres de origen vasco.

Otros historiadores creen que Soria hasta entonces carecía de murallas y que como consecuencia de aquel ataque sus habitantes se dieron cuenta de la necesidad de construir una muralla que les protegiese y serían ellos quienes iniciaran la construcción de un cerco amurallado, una posibilidad un tanto extraña sin contar con el apoyo y permiso de su rey.

Finalmente, la hipótesis más aceptada es que para favorecer la tierra soriana a la que tanto debía y que tanto sufrió por las malas decisiones tomadas, el rey Alfonso VIII adoptaría algunas medidas de discriminación positiva, como se dice ahora, y sería en estos momentos cuando el rey decidió amurallar Soria y concederle unas serie de derechos y privilegios especiales recogidos en un Fuero propio y exclusivo. Esta iniciativa de construir el Castillo de Soria sería la razón por la que la cabeza de este monarca figura hoy en el escudo de la ciudad, en lo alto, saliendo a caballo por la puerta, e incuso sea el personaje que ocupa el centro de la rueda de los Linajes.


Escudo de la ciudad troquelado en la campana de la hoy iglesia de la Mayor, uno de los más antiguos que se conservan, fechado hacia 1530. La principal diferencia con el actual es que en lugar de estar la cabeza real sobre el castillo la figura del rey aparece a caballo saliendo por la puerta.
Foto de una postal editada por Miguel Moreno hacia 1982.

lunes, 18 de julio de 2016

18/07/1839: Efemérides de un hecho curiso

Hay noticias que sin tener una repercusión transcendental son tan curiosas que no podemos resistirnos a contarla. Porque, además, dicen mucho de cómo hemos sido y de dónde venimos.

Durante las obras de remodelación del soriano Palacio de la Audiencia para ser transformado en Centro Cultural aparecieron algunos legajos judiciales olvidados que se llevaron al Archivo Histórico Provincial de Soria y que resultan muy curiosos. Uno de aquellos legajos es una sentencia que recuerda el juicio contra la vecina de Cervera del Río Alhama doña Josefa Ochoa que fue condenada con cuatro meses de prisión en la cárcel de la ciudad pues consta como hechos probados que el 18 de julio de este año se la sorprendió tratando de introducir por la Puerta del Puente de Soria, lugar en el que se ubicaba el control del fielato, algunos productos de comercio ilegítimo como «cuatro vejiguitas al parecer como de intestinos de sola entrada..., dos de ellos con figuras deshonestas». Tales artilugios podrían calificarse en la actualidad como primitivos y rústicos preservativos.
 

Palacio de la Audiencia de Soria, antigua sede de los juzgados.
Postal ediciones Sicilia hacia 1965, JCYL AHPSo nº 2708, colección Francisco Castro.

domingo, 17 de julio de 2016

17/07/1916: Ramón Benito Aceña

Don Ramón Benito Aceña es uno de esos personajes cuya memoria no dejaremos de evocar en esta sección pues como político y como soriano contribuyó más que nadie a desarrollar la economía, los transportes y la cultura en nuestra provincia. No era perfecto, cometió errores y tomo decisiones cuestionables pero jamás se ha puesto en duda su profundo amor hacia la tierra en la que nació y a la que dedicó sus desvelos y su propia fortuna pues ante la habitual falta de inversiones públicas decidió que con su propio dinero construiría en Soria un centro para conservar los restos arqueológicos que salieran de Numancia, el Museo Numantino.

Tras iniciar el proceso, negociar con el Ayuntamiento de Soria y con los contratistas, tal día como hoy de 1916 don Ramón hizo entrega provisional al Estado del edificio por él construido para Museo Numantino. Su salud ya era delicada y tal vez sintió su inminente muerte pues fueron sus albaceas -Santiago Gómez Santa Cruz, Nicolás Benito y Claudio Fernández- los que en su nombre hicieron la entrega a don José Prado y Palacio, representante del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.

Unos meses después don Ramón falleció, pronto hará cien años, pero sus frutos y sus desvelos aún podemos hoy disfrutarlos cada vez que visitamos el Museo Numantino.


Retrato de Ramón Benito Aceña, obra de Maximino Peña perteneciente a los fondos pictóricos del Museo Numantino.

sábado, 16 de julio de 2016

16/07/1932: Debut del grupo teatral La Barraca en Soria

Una de las muchas iniciativas culturales llevadas a cabo durante la Segunda República fue la de llevar el teatro a los pueblos y aldeas del país. Razón por la que, en 1932, surgió el grupo de teatro “La Barraca” formado por estudiantes universitarios de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos dirigidos por el ya afamado poeta Federico García Lorca.
El grupo organizó una gira nacional estrenada en la provincia de Soria por decisión personal de García Lorca, sin que se conozcan exactamente las razones concretas de ello. Se ha apuntado que sería por la amistad del poeta con el soriano Gervasio Manrique de Lara o por honrar la memoria de Julián Sanz del Río a quien unas semanas antes se le había homenajeado en su Torrearévalo natal.

Los actores ofrecieron representaciones en Soria, El Burgo de Osma, San Leonardo, Vinuesa, Soria, Ágreda y Almazán, donde en esta fecha de hoy se ofreció la última representación antes de salir de la provincia de Soria.

Aquella experiencia cultural no dejó a nadie indiferente. Sin término medio, fue muy alabada por unos y a la vez muy criticada por lo otros, llegándose incluso a producir algunos incidentes de escasa trascendencia por los que no compartían los mismos ideales políticos de los llamados despectivamente “cómicos”. Aquel verano fue un adelanto que dejaba bien a las claras la existencia de dos Españas irreconciliables, aunque nadie podía imaginarse que lo fueran tanto.

Fotomontaje del grupo teatral La Barraca en la plaza Mayor de Almazán (Soria) delante del palacio.

viernes, 15 de julio de 2016

15/07/1296: Monjas Clarisas y su convento en Soria

En el archivo del convento de las monjas Clarisas de Santo Domingo se conserva un pergamino fechado el 15 de julio de 1286 por el que el Concejo de Soria autorizaba su fundación, y que dice "Sepan quantos esta carta vieren como Nos, el Conceio de Soria, todos abenidos e de una voluntad, juntamos Conceio general para que toda cosa e toda postura e todo donadio que entre Nos es fecho en tal dia vale, e ninguno de Nos non lo pueda revocar en ningun tiempo. E por facer...Era de mill et CCC et XXIIII annos.

Según una tradición popular en el actual emplazamiento de la ermita de la Virgen de Inodejo existió anteriormente otro templo que fue sede de un pequeño monasterio de monjas Clarisas pero que tuvieron que abandonar debido a la dureza del clima decidiendo su traslado a Soria.

Sería en 1296 cuando las monjas se asentaron en un solar ubicado intramuros en un alto de la entonces villa de Soria y allí construyeron un templo dedicado a su patrona Santa Clara rodeado de las correspondientes dependencias monacales, fundando así el primer y único convento femenino que hubo en Soria durante mucho tiempo y que pronto recibió el apoyo y mecenazgo de buena parte de la clase dirigente soriana de la época.

En 1822 con el Castillo de la ciudad destruido en la Guerra de la Independencia, ante la necesidad de disponer de un lugar fortificado para protegerse durante las Guerras Carlistas, las autoridades militares expulsaron a las monjas clarisas para convertir su iglesia y convento en cuartel militar. Tras errar de casa en casa durante algún tiempo las monjas clarisas se asentaron en el viejo convento que fue de dominicos y que estaba entonces abandonado, instalándose así en las actuales dependencias de Santo Domingo.

Con respecto al llamado Fuerte de Santa Clara, sigue teniendo uso militar aunque ya de una forma muy residual y parece que lo será por poco tiempo pues hay idea de convertirlo en un centro cívico.
 
Planos del convento y fuerte de Santa Clara en 1835 por Luis Ángel García.

jueves, 14 de julio de 2016

14/07/1808: La no guerra de Rioseco de Soria

Todos los que nos dedicamos a contar historias más que a explicar la historia, nos gusta transmitir lo que hemos leído más que investigar lo que hace que a veces y de forma involuntaria perpetuemos errores que luego cuesta mucho deshacer.

Algo así ocurrió con la batalla de Rioseco de Soria durante la Guerra de la Independencia. Una batalla documentada por primera vez por Pascual Madoz y repetida después por Manuel Blasco que le copió.
Según Madoz, el 14 de julio las tropas francesas aplastaron a las huestes españolas en Rioseco de Soria, jornada que se conoció como "la derrota de Rioseco" tras la que los gabachos saquearon, violaron, asesinaron y profanaron toda la comarca.

El recientemente fallecido Juan José Peracho -natural de Rioseco de Soria y autor de algunos estudios sobre su pueblo- ponía en duda esa batalla pues en el pueblo nadie recordaba tan atroz acto y sería extraña que semejante barbaridad cayese en el olvido.
El militar e historiador de la Guerra de la Independencia en Soria, don
Argimiro Calama Rosellón, estaba firmemente convencido que Madoz se equivocó de Rioseco pues situó aquí una batalla que realmente parece que sucedió en la población vallisoletana de Medina de Rioseco donde sí consta una batalla como la descrita por Madoz.

Foto: Plaza de Rioseco de Soria.

miércoles, 13 de julio de 2016

13/07/1931: Primera huelga femenina en Soria

El 13 de julio se declara la primera huelga femenina en Soria. La huelga de las veinte trabajadoras de la fábrica de medias Viuda de Martínez.

Las "medieras" estaban afiliadas y asesoradas por el sindicato CNT y mantuvieron la huelga hasta finales de septiembre. No pedían tanto mejoras salariales como sociales o puramente laborales. Solicitaban cuestiones tan básicas -que hasta nos sonroja conocerlo- como el no estar obligadas a llevarse trabajo a casa o que cada docena que cada docena confeccionada estuviera formada por doce unidades y no más.

La mujer en general y particularmente la soriana apenas trabajaba por cuenta ajena. Pero aquellas mujeres además de trabajadoras serían amas de casa, madres y esposas. Y por comparación con otras situaciones parecidas de la época, e incluso de la actualidad, podemos imaginar que sus condiciones laborales serían mucho peores que la de los trabajadores varones.

Hoy, que aunque quede mucho por hacer vamos ganando en igualdad, las reivindicaciones de aquellas pioneras, que podrían ser nuestras abuelas, nos pueden sorprender pero en cuanto a los derechos de la mujer hace falta recordar que la mujer en aquella época ni siquiera tenía reconocido aún el derecho al voto. Algo que en aquellos momentos se debatía con vehemencia y que Clara Campoamor se dedicó a defender con uñas y dientes. En contra de la opinión de los conservadores, pero también en contra de la opinión de muchas mujeres y de muchos diputados socialistas y republicanos como el soriano Benito Artigas Arpón, tradicional azote del conservadurismo local, pero que votó en contra de que las mujeres pudieran ejercer el derecho al voto.
 

Mujeres sorianas de esa época. Foto de JCyL AHPSo nº 1345, colección Garcés.

martes, 12 de julio de 2016

12/07/1542: La historia del Rincón de Leonor (Soria)

En esta jornada la noble soriana doña Constanza Calderón firmó su testamento en el que disponía la donación a la parroquia de la capilla de Santa María existente en el lado de la Epístola de la iglesia de San Gil o la Mayor que era del patronazgo de su familia, decisión que motivó el traslado de los restos de esta estirpe a la capilla mayor de esa iglesia que fue dotada por sus descendientes quienes costearon el retablo mayor y construyeron la que sigue siendo la capilla principal de la Mayor.

La vieja capilla de los Calderones se mantuvo en pie hasta mediados del siglo XIX cuando la parroquia decidió derribarla para construir en aquel emplazamiento una nueva sacristía que diese servicio al templo. Las obras se iniciaron y la capilla fue derribada pero en ese intervalo de tiempo entre el derribo y la construcción llegó la Desamortización de Madoz (1855) y ese solar desacralizado fue expropiado y pasó a propiedad del ayuntamiento de Soria quien, dos años después, lo vendió a un particular que en 1860 construyó allí un edificio para vivienda familiar y locales comerciales, el número 1 de la calle Mayor.

A finales del siglo XX el viejo caserón abandonado y arruinado pasó de nuevo a propiedad municipal con la idea de rehabilitarlo para acomodar unas dependencias municipales destinadas a la cultura y que se llamaría “La Casa de los Artistas”, pero surgieron voces críticas al proyecto argumentando que muchos sorianos preferían ver diáfano ese espacio y contemplar la cabecera de la iglesia.

Tras un largo proceso de recogidas de firmas, debates públicos, proyectos alterados, cambio de catalogaciones patrimoniales, ridículos bochornosos y ayudas europeas que hubo que desviar, se decidió eliminar todo el edificio incluida la fachada y convocar un concurso de ideas para la adecuación del solar que vino a llamarse desde entonces “Rincón de Leonor”.

El concurso de ideas para la adecuación del “Rincón de Leonor” lo ganó el proyecto titulado 1331 Lamas, obra del argentino Axel Klein O´Farrel, en colaboración con Daniel Fábregas del estudio arquitectónico Buildworks. Tras siete meses de obra, el Rincón de Leonor fue inaugurado en noviembre de 2009 por el presidente de Caja Duero pues la entidad financiera había pagado buena parte de la obra. La zona está rodeada de 1.331 lamas de madera, lleva una iluminación que realza la belleza nocturna de la cabecera de la iglesia y lleva un pavimento de piezas cerámicas tradicionales.


Foto: Edificio de la calle Mayor nº 1 (Soria) conocido por los más mayores como la Casa del Tabacalerín, ahora Rincón de Leonor.

lunes, 11 de julio de 2016

11/07/1908: El malestar de la gente de Soria

Dos días antes, la infanta doña Isabel de Borbón había llegado en viaje privado a Soria para conocer la provincia y particularmente para desplazarse hacia Ágreda, villa que visitó el 11 de julio con la intención de rezar delante de los restos de la Venerable Sor María Jesús de Ágreda.

En la capital fue aclamada con una gran recepción y se quiso aprovechar la visita real para transmitirle el malestar de la gente de Soria por el aislamiento, el olvido constante y el abandono al que estaba sometida la provincia desde tiempo atrás. ¿Nos suena verdad? Y también nos sonará lo que pasó después, y es que algunos comerciantes, obreros e industriales se reunieron en la Cámara de Comercio con su presidente Pedro Llorente al frente para buscar la manera de hacer llegar a la infanta esas quejas, pero entre crear la comisión, elegir sus miembros, discutirlos y redactar el documento, la infanta pasó de largo.

En cualquier caso y ya que se habían organizado, los próceres sorianos de la política y de la sociedad decidieron seguir trabajando y crearon una Junta de Defensa Provincial cuyo objetivo básico sería luchar “por los intereses morales y materiales de Soria y su provincia”.

Esta organización, con José Morales Esteras como presidente y Luis Posada como secretario, recorrió la provincia, organizó actos informativos, mítines y poco más. Como tantas y tantas iniciativas parecidas que surgieron antes y después, tuvieron poca repercusión y muchos enemigos, la mayor parte sorianos.

Desde hace unos años es la plataforma Soria Ya la que tomó aquel testigo y que en general trata de reivindicar prácticamente los mismos objetivos, pero por aburrimiento y desidia de la sociedad soriana en general el proyecto se va desinflando sin más implicados que Goyo y sus cuatro compañeros incombustibles al desaliento.

Aquellos objetivos de hace más de cien años siguen siendo plenamente vigentes o quizá aún más pues desde entonces la provincia ha perdido mas de sesenta mil habitantes y la sangría parece imparable
¿Tomaremos conciencia algún día de que o nos implicamos todos o esto desaparece?


Imágenes de la visita real de 1908 por Aurelio Rioja de Pablo en la revista ilustrada Nuevo Mundo.